31 de octubre de 2010

El ermitaño

       




Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia.
  Se quejaba muchas veces que tenía demasiado que hacer. 
 La gente preguntó cómo era eso de que en la soledad estuviera con tanto trabajo.
 Les contestó:
"Tengo que domar a dos halcones,
entrenar a dos águilas,
mantener quietos a dos conejos,
vigilar a una serpiente,
cargar un asno y someter a un león".
  No vemos a ningún animal cerca de la cueva donde tu vives.
 ¿Donde están todos estos animales?
  Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron.
  Porque estos animales los tienen todos los hombres, ustedes también.
  Los dos alcones, se lanza sobre todo lo que se les presentan, bueno y malo.
 Tengo que domarlos para que solo se lance sobre una presa buena,
son mis ojos.
 Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan.
 Tengo que entrenarlas para que solo se pongan al servicio y ayuden sin herir,
son mis dos manos.
 Y los conejos quieren ir a donde les plazca, huir de los demás y esquibar las cosas dificiles.
 Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta,
son mis dos pies.
 Lo mas difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentre encerrada en una jaula de 32 varrillas.
 Siempre esta lista por morder y enbenenar a los que le rodean apenas se habré la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño,
 Es mi lengua.
 El burro, es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber.
 Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga cada día,
es mi cuerpo.
 Finalmente necesito domar al león, quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso,
es mi corazón.




  













1 comentario:

ANTONIA RODRIGUEZ dijo...

Rosario, precioso y cierto el relato del anacoreta. Siga poniendo cosas bonitas y no se preocupe de saber más o menos; en esto yo sólo tengo buena voluntad y la paciencia de mis seguidores que ellos perdonan mi ignorancia y me siguen visitando. Un gran saludo. ANTONIA

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Angeles

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