5 de marzo de 2011

La silla


La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llego a la habitación del enfermo, encontró a este hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el sacerdote asumió que el hombre sabía que vendría a verlo:
"Supongo que me estaba esperando", le dijo. No, ¿quién es usted?, dijo el hombre."Soy el sacerdote que su hija llamo para que orase con usted".
 "Cuando vi la silla vacía al lado de su cama supuse que usted sabia que yo estaba viniendo a  verlo".
"Oh si, la silla", dijo el hombre enfermo. "Le importa cerrar la puerta".
El sacerdote sorprendido la cerró. Nunca le he dicho esto a nadie, pero....toda mi vida la he pasado sin saber como orar. Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se debe orar y los beneficios que trae, etc. pero siempre esto de las oraciones me entro por un oído y salió por el otro pues no tengo idea de cómo hacerlo, entonces hace mucho tiempo abandone por completo la oración. Esto ha sido así en mi hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo me dijo: "José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te sugiero que lo hagas.... te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente de ti, luego con fe míralo a Jesús sentado delante de ti. No es algo alocado el hacerlo pues el nos dijo: "Yo estaré siempre con ustedes". "Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de  la misma manera como lo estas  haciendo conmigo ahora mismo". "Es así que lo hice una vez y me gusto tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces". "Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija pues me internaría de inmediato en la casa de los locos". El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo y que no cesara de hacerlo, luego hizo una oración con el, le extendió una bendición, los santos óleos y se fue a su parroquia.
Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido. El sacerdote le preguntó: "Falleció en paz". "Si, cuando salí de la casa a eso de las dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso". Cuando regresé de hacer compras una hora mas tarde ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acerco a la silla que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Que cree usted que pueda significar esto?. El sacerdote se seco las lagrimas de emoción y le respondió "Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa manera".

9 comentarios:

Marian dijo...

¡Que bonito Rosario! ¡Que sencillez! Estaba en profunda oración, sin saberlo.
¡Cuanto le agrada al Señor estas
almas! Por eso murió en sus brazos.Aprendamos!!!!
Un abrazo.

♥Alicia dijo...

Hola Rosario ¡qué preciosa historia!.
La mejor oración es la que nace del corazón.
¡Señor enséñanos a orar y a escuchar Tu respuesta!
Besos y Abrazos

magdalenacontreras dijo...

Muy bien,sabía yo esta historia, pero siempre es bueno saber y leer una y otra vez, para reflexionar y orar. Besos.

Luján Fraix dijo...

GRACIAS POR VISITARME.
MUY BONITO TU RELATO, PROFUNDO Y EMOCIONANTE.
DIOS NOS DA SEÑALES A TRAVÉS DE LA ORACIÓN.

UN BESITO

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Rosario:

Fue una muy bonita manera de morir, recostado el el regazo del Señor Jesús.

Todos deberíamos tener una silla junto a nuestro lecho.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Muchas gracias Rosario hermosa es verdad podemos hablar con ÉL en todo momento si somos realmente conciente de que ÉL esta siempre con nosotros mil gracias muy unidas en oración y un abrazo

icue dijo...

Bello relato el tuyo, como decia el sacerdote, ojalá todos pudir¡eramos irnos de esa forma.
Un saludo y gracias por esta entrada tan bonita y educativa

La Gata Coqueta dijo...

El sábado al llegar una de las primeras visitas me recordó si me había pasado algún contratiempo...

La realidad es que la semana pasada he viajado precisamente el fin de semana, siendo la causa que desestabilizó los días que tengo para continuar con mis pautas, motivo por el que no edite.

Una vez aclarada mi ausencia, no hay nada más gratificante como saber que se puede notar una pequeña ausencia en un espacio tan inmenso, es lo que me motiva a seguir adelante, cuando en ocasiones estoy muy limitada de tiempo y hago lo indecible para estar a vuestro lado porque siempre os llevo en el corazón como la joya más preciada.

Estos y otros detalles te hacen sentir como una flor al amanecer rodeada por la bruma de la ilusión.

Abrazando los sueños que visten de seda al brindar la mano de la amistad.

Besos de esta amiga que te estima y no te olvida!!

María del Carmen

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Rosario:

Es este día especial, un abrazo para ti... ¡Felicidades Mujer!

Con cariño,

Rafael H.

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Angeles

Angeles