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6 de julio de 2015

Pensamientos

El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.

No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.

Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite.

A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota.

Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.



29 de mayo de 2013

Haznos dignos



Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que tenga necesidad de alimento.

Cuando tenga sed, mándame a alguien que necesite de bebida.


Cuando tenga frío, mándame a alguien para que lo abrigue.


Cuando tenga un disgusto, ofréceme alguien para que lo consuele.


Cuando mi cruz se vuelva pesada, hazme compartir la cruz de otro.


Cuando me sienta pobre, condúceme hasta alguien que esté necesitado.


Cuando tenga tiempo, dame alguien a quien pueda ayudar unos momentos.


Cuando me sienta humillado, haz que tenga a alguien a quien alabar.


Cuando esté desanimado, mándame a alguien a quien dar ánimos.

Cuando sienta necesidad de comprensión de otros, mándame a alguien que necesite de la mía.

Cuando necesite que se ocupen de mí, mándame a alguien de quien tenga que ocuparme.

Cuando pienso sólo en mí mismo, atrae mi atención sobre otra persona.

Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos que, en todo el mundo, 
viven y mueren pobres y hambrientos.




26 de agosto de 2012

Pensamientos


A Dios no lo podemos encontrar en medio del ruido y de la agitación. En la naturaleza, los árboles, las flores y las hierbas crecen en silencio; las estrellas, la luna y el sol se mueven en silencio.
Lo esencial no es lo que decimos, sino lo que Dios nos dice a nosotros y a través de nosotros.
En el silencio, Él nos escucha,
en el silencio, Él habla a nuestras almas.
En el silencio se nos concede el privilegio de escuchar su voz.
Silencio de los ojos,
silencio de los oídos,
silencio de la boca,
silencio de la mente.
En el silencio del corazón Dios habla.


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Angeles

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