10 de marzo de 2015

Por qué te adoro






Porque nos amas, tú el pobre.
Porque nos sanas, tú herido de amor.
Porque nos iluminas, aun oculto,
cuando la misericordia enciende el mundo.
Porque nos guías, siempre delante,
siempre esperando,
te adoro.

Porque nos miras desde la congoja
y nos sonríes desde la inocencia.
Porque nos ruegas desde la angustia
de tus hijos golpeados,
nos abrazas en el abrazo que damos
y en la vida que compartimos
te adoro.

Porque me perdonas más que yo mismo,
porque me llamas, con grito y susurro
y me envías, nunca solo.
Porque confías en mí,
tú que conoces mi debilidad
te adoro.

Porque me colmas
y me inquietas.
Porque me abres los ojos
y en mi horizonte pones tu evangelio.
Porque cuando entras en ella, mi vida
es plena
te adoro.

3 comentarios:

Caminar dijo...

Hay tantas y tantos motivos para adorar que toda nuestra vida debería ser adoración.
Santa cuaresma.

La casita de Maria Nancy dijo...

Por todo eso Señor te adoramos en el Sacramento Santísimo del altar . Abrazo en el corazón de Jesús y María querida Rosario !

PEPE LASALA dijo...

Adorarle es amarle, es sentir que está aquí, es seguir su camino y vivir en Él. Precioso Rosario. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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Angeles

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